Reportaje revela detalles del caso de adulta mayor encontrada fallecida en población Prosperidad de Curicó

Tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Ketty de las Mercedes Cáceres Guerrero (91), el pasado 25 de julio en una casa de la población Prosperidad de Curicó y con una data de muerte fijada en al menos cuatro años, se han planteado una serie de interrogantes sobre las circunstancias de su deceso y lo ocurrido en sus últimos años.

Fue el 4 de septiembre que el diario El Mercurio, en su sección de Reportajes de Revista “Sábado”, publicó una nota que reveló detalles inéditos sobre lo que habría ocurrido antes y después de encontrarse el cadáver de la adulta mayor, postrado en una cama en la habitación aislada con una estructura metálica.

En el medio, el periodista Leo Riquelme, reveló que el nieto de la fallecida, Francisco Vilo (21), encontró el cuerpo de su abuela en compañía de un carabinero, quien debió derribar una puerta para entrar al inmueble. En su interior, se encontró con escombros, basura, ratones, un colchón en desuso y sobre este los restos humanos “reducidos a esqueleto”, según describe la nota.

Asimismo, testigos refirieron que la hija de la mujer, Ketty Castro, sostuvo reiteradas y constantes peleas con su madre que se acentuaron en 1999, cuando quedó embarazada de Francisco. De hecho, cuentan las vecinas y vecinos, fue la adulta mayor quien se hizo cargo del niño tras obtener su tuición en 2003, relatando este último que Castro, nunca se preocupó por él.

En esos años, indica el reportaje, Cáceres, desarrolló un cáncer de mamas que se trataba apenas con remedios caseros y sin controles médicos. En 2007, los habitantes del sector tomaron medidas y pese a la oposición de su hija, la llevaron a recibir atención de salud en una herida grave en uno de sus senos. En los años siguientes, aseguraron, dejaron de verla.

En 2015, Castro y Vilo, se mudaron a otro sector de la ciudad mientras que la primera respondía a las consultas de sus cercanos que su madre estaba en otra ciudad y en buen estado.

Otro de los antecedentes publicados señalan que la “señora Ketty”, como era conocida, recibía desde 1976 una pensión de montepío como hija de un suboficial del Ejército fallecido, cifra que ascendía a $576 mil y que desde 2009 era pagada a su hija. Sin embargo, se dejó de entregar el benefició cuando en Capredena descubrieron que el poder supuestamente concedido para cobrar el dinero, solo estaba firmado por el Registro Civil, faltando una firma de un notario.

Por lo anterior, el Ministerio Público comenzó una investigación en contra de la “Ketty chica”, como era llamada, pero esta nunca asistió a las citaciones judiciales.

En el relato del nieto de la fallecida, este refiere que se enteró de la posibilidad de que su abuela estuviese muerta tras una pelea con su madre. En un momento de la discusión, este le recriminó que fue la adulta mayor quien se preocupó por él de verdad, a lo que Castro, contestó “y qué si esa vieja está encerrada ahí, está muerta en esa maldita casa”.

Fue esa frase la que motivó a Francisco, a presentar una denuncia por presunta desgracia en Carabineros, lo que derivó en el hallazgo del cuerpo que actualmente está siendo estudiado por un equipo antropológico del Servicio Médico Legal, en Concepción.

En tanto, la Fiscalía de Curicó sigue realizando indagatorias para establecer la presunta responsabilidad de su hija ante un eventual caso de abandono y otros delitos. Además, el reportaje señala el desinterés de la primera hija de la adulta mayor tras conocer la noticia, con quien nunca vivió y que se radicó en el extranjero. Al ser contactada por la policía, respondió que no deseaba tener relación con el caso.