Investigan cuantioso robo en sucursal de Chilexpress de Curicó

Valiéndose de un forado en el techo e interrumpiendo el sistema eléctrico, así ingresaron los protagonistas del robo que durante el fin de semana afectó a la sucursal de calle Yungay de la empresa Chilexpress, donde descerrajaron una caja fuerte, vaciaron las registradoras y violaron decenas de paquetes pertenecientes a clientes del servicio currier.

Las diligencias quedaron a cargo de la brigada investigadora de robos (BIRO) de la Policía de Investigaciones (PDI) de Curicó, y buscan aclarar cuantos paquetes, dinero en efectivo, y correspondencia, se llevaron los integrantes del grupo delictual que hizo un forado en el entretecho, cortó los cables de energía, e ingresó por el baño de mujeres a la bodega donde se guardaban las encomiendas.

La jefa de la sucursal, que además hace envíos directos de efectivo a cuentas bancarias en el extranjero, aseguró qué la noche del sábado sufrieron una falla general del sistema eléctrico, por lo que decidieron retirar rápidamente todo el dinero en efectivo que guardaban en la caja fuerte de la sucursal, ubicada en el #748 de la calle Yungay, en la comuna de Curicó.

Chilexpress cuenta con al menos 3 sucursales en esta ciudad, y este no es el primer robo que enfrentan, en ocasiones anteriores los delincuentes también se llevaron paquetes valorados en altas sumas de dinero, lo que se ha visto acrecentado por el aumento de compras en tiendas en línea, que por estos días despachan celulares, computadores, repuestos y otras especies a través de sus valijas.

La oficina de Yungay 748, colinda con un espacio abierto que funciona como estacionamiento por la calle Carmen (paralela), terreno que habría facilitado el ingreso de los antisociales a la oficina de Chilexpress.

Mal les fue en todo caso, porque se encontraron con una caja fuerte vacía, y con registradoras que guardaban escuálidas sumas, lo más grave, y que todavía no logra ser cuantificado, es el valor de los productos que esperaban para ser retirados o enviados por los clientes.

En la puerta del recinto, los trabajadores pusieron un cartel que indicaba, “cerrado por contingencia”, para informar a los clientes que no entendían porque las cortinas estaban abajo, y los productos por los que pagaron, no estaban siendo entregados.